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Son muy recomendables en personas con minusvalías que tienen mucha dificultad para la utilización de un cepillo normal.
Si se emplea correctamente podemos lograr un buen cepillado, similar al de la técnica manual.
La caries dental es una enfermedad cuyo origen es multifactorial. Se genera cuando las bacterias de la boca (micoorganismos) se congregan en forma de placa en la superficie de las piezas dentarias en presencia de azúcares (carbohidratos fermentados) formando la llamada "placa bacteriana". El ácido formado por las bacterias y sus productos de degradación atacan la superficie del diente, causando la destrucción del tejido y formando la caries.
El buen cepillado arrastra y elimina la placa bacteriana, evitando la fermentación de los carbohidratos y, por lo tanto, evitando la aparición de caries.
Es una película blanquecina que se adhiere a los dientes y a los tejidos circundantes. Es la responsables de la aparición de caries y enfermedad periodontal comúnmente llamada "piorrea".
Con un buen cepillado se puede eliminar fácilmente dicha placa bacteriana.
La caries es un proceso indoloro en un principio hasta que llega a estadios avanzados, en los que se produce afectación de la pulpa o nervio. En un principio se detecta como manchas o puntos oscuros o como zonas de color blanco-tiza. Otras veces se produce cierta sensibilidad al frio o calor o a los alimentos dulces.
Si la caries evoluciona muy lentamente, puede llegar a estadios muy avanzados, con gran afectación pulpar, sin que haya existido nunca dolor. Por todo esto es necesario realizar una revisión por su dentista cada seis o doce meses.
El tratamiento de la caries depende de la fase evolutiva en que se encuentre:
En los casos en los que no se puede realizar una endodoncia se practica la extracción de la pieza.
Para prevenir la aparición de caries debemos:
Los dientes tienen que ser cepillados después de cada comida. Es muy importante el cepillado posterior a la cena.
Siempre seguir una pauta. Por ejemplo:
Es importante no realizar mucha presión contra el diente para no traumatizar ni el diente ni los tejidos circundantes y emplear el tiempo necesario para limpiar bien todas las superficies, mínimo 2 minutos.
La cabeza del cepillo debe ser pequeña para facilitar el acceso a cualquier zona.
Las cerdas tienen que ser sintéticas y sus extremos redondeados para no traumatizar los tejidos bucales y deben estar distribuidas en el cabezal en 2 o 3 hileras de penachos longitudinales.
La dureza de las cerdas debe ser de dureza media. Es importante renovar el cepillo periódicamente, cada 2 o 3 meses, en función de su deterioro.
Se recomienda su uso en pacientes con prótesis o con patologia periodontal, para cepillar el espacio interproximal (espacio entre dos piezas y encía).
Consta de un mango en cuyo extremo hay un escobillón de fibra y pueden ser de distintos tamaños y formas.
Es una enfermedad que va afectando progresivamente a los tejidos de soporte del diente desde la encía hacia el hueso.
Es la principal causa de pérdida de piezas dentales, y está causada por microorganismos que ocasionando inflamación de las encías y destrucción lenta y progresiva del hueso que soporta nuestros dientes.
En las fases iniciales las encías están enrrojecidas y sangrantes. Es una fase reversible, no hay destrucción de tejidos. (Fase gingivitis).
Si no se pone solución a la gingivitis, evoluciona hacia periodontitis, afectándose el ligamento periodontal (la unión del hueso con la raíz del diente), formándose bolsas periodontales, movilidad de los huesos, halitosis (mal aliento), destrucción del hueso y en última instancia ocasionando la pérdida de la pieza dental.
La endodoncia o desvitalización de un diente consiste en retirar la pulpa (nervio) de la pieza dentaria afectada. Se realiza bajo anestesia local siendo un tratamiento indoloro.
La técnica consiste en introducir en el conducto radicular una serie de limas de un diámetro cada vez mayor retirando todo el tejido enfermo y posteriormente introducir un material que selle dicho conducto radicular.Con esta técnica conseguimos más de un 90% de éxito.
El implante dental es un tornillo de titanio que sustituye a la raíz de un diente natural ausente. Pasado un periodo de tiempo, el implante se integra (se une) en el hueso y se convierte en un anclaje seguro para una pieza dental sustituta, un pilar de puente fijo o una prótesis dental removible.
El implante está fabricado con un material biocompatible (titanio). No obstante, existe una remota posibilidad de que no se osteointegre. Si ocurriera esto, el implante se sustituiría por otro.
Es un aparato rígido confeccionado en resina que se coloca sobre los dientes para dormir, en pacientes con bruxismo (rechinamiento de dientes nocturno). Su función es relajar la musculatura y evitar el desgaste de los dientes.
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